La Nigella sativa, conocida popularmente como comino negro, es una planta medicinal muy utilizada en Oriente Medio y otras partes del mundo desde hace miles de años.
Sus semillas son pequeñas y negras, y son conocidas por sus propiedades curativas.
La Nigella es rica en antioxidantes y tiene compuestos activos como la timoquinona, que desempeñan papeles esenciales en la lucha contra diversas enfermedades.
La nigella es conocida por sus propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y antimicrobianas.
Se utiliza para tratar afecciones respiratorias como el asma y la bronquitis, además de ser eficaz para aliviar el dolor articular y digestivo.
Además, los estudios indican que la Nigella puede tener efectos beneficiosos para la salud cardiovascular, ayudando a reducir los niveles de colesterol y a regular la tensión arterial.
Uno de los principales beneficios de la Nigella es su efecto positivo sobre el sistema inmunitario.
Refuerza las defensas naturales del organismo, ayudando a combatir las infecciones víricas y bacterianas.
La investigación también está explorando su potencial en el tratamiento de enfermedades autoinmunes y crónicas como la diabetes y la artritis.